En India y otros países del sur de Asia, se conocen hasta seis estaciones del año. Estas estaciones son llamadas ritu. La palabra ritu, significa específicamente estación, pero se deriva del término sánscrito rtu, que alude a los momentos específicos para llevar a cabo las ceremonias de fuego o yajñas. A su vez, la palabra rtu procede de rta, antigua palabra utilizada en el Rig Veda con el significado de “orden cósmico”. De este modo, la ceremonia, el tiempo para ejecutar la ceremonia y la estación están interrelacionados en la cultura védica. Cada estación ocupa dos de los doce meses del calendario hindú, recibiendo los nombres que siguen:
1-Vasanta (primavera): en los meses de chaitra y vaisakha.
2-Grishma (verano): en los meses de jyestha y asadha
3-Varsha(monzón): en los meses de Sravana y Bhadrapada
4-Sharada(otoño): en los meses de Ashwin y Kartika
5-Hemanta(invierno temprano): en los meses de Margasirsha y Pausha
6-Shishira (invierno): en los meses de Magha y Phalgun.
Cada estación, por su particular clima tiene sus festividades asociadas a la cosecha, a la lluvia e incluso al ascetismo, oración y adoración. Vemos de nuevo que toda la vida y cultura en la India está orientada hacia la espiritualidad y el fin último de la vida, la realización de la Divinidad. Resulta interesante el hecho de que la palabra “ritual” comparte raíz con este “ritu” o estación, y por supuesto con el rta, u orden cósmico. Así, podemos entender que el ritual no es simplemente una costumbre ceremoniosa vacía de sentido y perpetuada por el tiempo. El ritual, bien ejecutado, con verdadero conocimiento de su realización, reproduce el orden cósmico, y nos hace partícipes de este orden. A través del ritual reconocemos que nuestra vida y la vida del cosmos son una sola.
Shloka:
kālena snāna-śaucābhyāṁ
saṁskārais tapasejyayā
śudhyanti dānaiḥ santuṣṭyā
dravyāṇy ātmātma-vidyayā
La tierra se purifica con el paso del tiempo, el nacimiento con los rituales de paso, los sentidos con la austeridad, las cosas materiales con la adoración y ofrendas a los brahmines, la mente se purifica con el contentamiento, y el alma, con el conocimiento del Ser.
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