A aquel que aspire a la práctica del Jñana Yoga, o Yoga del Conocimiento, se le exigen cuatro cualidades, llamadas chatushtaya, que le hacen apto para recibir la enseñanza del guru. Estas cuatro cualidades son viveka (discernimiento), vairagya (desapego), mumukshutva (anhelo por la liberación espiritual), y shat sampatti, los seis tesoros. Shat sampatti son seis virtudes dentro de uno de los requerimientos que se consideran indispensables para emprender el camino de la sabiduría. Estos son:
Sama: Serenidad y calma de la mente, necesaria para darse al camino del jñana sin distracciones mundanas.
Dama: Autocontrol. Se refiere al control de los sentidos, por ejemplo, en el comer, en las relaciones sexuales, en el hablar, etc. Sin esta virtud, los sentidos se dispersan y el aspirante no puede absorber la enseñanza.
Uparati: Saciedad. Uparati se refiere a abandonar los asuntos de la sociedad mudana, tales como la política, deportes, etc., para dedicarse sólo al estudio de la escritura. Se define como un hastío de la mente por los objetos externos, dado el cual se vuelca hacia la auto-indagación.
Titiksha: Tolerancia y entereza. En este contexto, titiksha se refiere a soportar todas las aflicciones que puedan venir sin la ansiedad o lamentaciones que normalmente acarrean.
Shraddha: Fe. El aspirante debe tener una fe firme en la Escritura, el Guru y el Dharma, de modo que la enseñanza pueda arraigar firmemente y la duda no destruya su entendimiento. Ésta no ha de ser una fe ciega sino basada en la experiencia. Aún así, al principio del camino es importante aceptar las enseñanzas del Maestro sin cuestionarlas de manera hostil.
Samadhana: Equilibrio mental. Es la consecuencia de las cinco prácticas anteriores. Aquel que viendo un estímulo mundano y considerándolo inútil se vuelve de nuevo hacia su práctica, se dice que está en samadhana. La mente aquí está clara y limpia como una balsa de aceite y es adecuada para recibir el conocimiento o jñana.
Estas seis virtudes se engloban en una sola debido a que todas ellas están encaminadas al control de la mente, y se hacen necesarias para el arduo y escarpado camino del conocimiento espiritual.
Shloka:
yasya sarve samārambhāḥ
kāma-saṅkalpa-varjitāḥ
jñānāgni-dagdha-karmāṇaṁ
tam āhuḥ paṇḍitaṁ budhāḥ
Aquel cuyas acciones están desprovistas de todo propósito, y libres de todo deseo de los frutos de la acción, aquel cuyas acciones se ha purificado en el fuego del conocimiento, es llamado sabio por los sabios.
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