Una de las peticiones que más a menudo nos llegan, es la de revisar o comprobar textos sobre Yoga o sobre hinduismo para saber si son “fidedignos” o “ciertos”, o por el contrario son falsas informaciones o meras invenciones de internet.
Resulta paradójico que en la era de Internet, en la cual la información está al alcance de la mano, cada vez resulta más difícil y confuso distinguir la información veraz, especialmente en el campo del Yoga y la espiritualidad oriental, donde las fuentes son relativamente desconocidas. Es muy común encontrar en cientos de páginas de internet frases del Buddha o de Gandhi que ellos jamás dijeron o escribieron, antiguas leyendas hindúes o budistas que jamás existieron, o que transmiten un mensaje a años luz de la verdadera filosofía de estos cultos.
¿Por qué es importante que la información sea veraz?
Si no entendemos que no sólo es importante el mensaje, sino también de dónde proviene la autoridad del dicho, podemos encontrarnos con que toda frase o texto puede volverse válido, legitimando ideas contrarias al Dharma. Por un lado tenemos las frases falsas. No es moral atribuir cualquier sentencia a un personaje que no la dijo. Esta es una manera de legitimar cualquier idea dándole soporte a través de su supuesto autor. Un ejemplo muy común está en una falsa frase de Gandhi sobre política en la que insulta tanto a los gobernantes como a los votantes, lo cual es absolutamente contrario a la filosofía del líder indio. Otro aspecto es el “robo” de textos. El “corta y pega” de los ordenadores ha conseguido que sea extremadamente fácil tomar un texto de cualquier parte y postearlo en el blog o red social de uno, como si fuera propio. El problema es que al no conocerse las fuentes, los textos fiables y los espurios se confunden y a menudo son indistinguibles para el ojo no atento. Muchas veces esto es hecho sin mala fe, por personas que no son conscientes de la importancia de las fuentes fidedignas y sólo desean compartir información, pero a menudo consiguen lo contrario de lo que querían.
Lo que sigue es una breve guía para encontrar o postear información fidedigna, especialmente en el mundo del Yoga o el Dharma. Utilizar estos simples consejos puede hacer una gran diferencia en el contenido que lanzamos a la web:
1. Comprueba la fuente: Si el texto que quieres postear o compartir tiene una fuente, como el nombre del autor o la Escritura, compruébalo antes. Observa quién es el autor, busca sus escritos y trata de reconocer si el texto es realmente suyo. Si un texto comienza con: “una antigua leyenda hindú…” y no contiene referencias a Escrituras o personajes de las Escrituras hindúes, probablemente sea falsa.
2. Cita siempre al autor: Si vas a compartir un texto, cita siempre el autor, libro, Escritura o al menos la página de la cual la sacaste. Es muy agradable que parezca que el texto lo has escrito tú, pero esto sólo ayuda a crear más ignorancia. En su lugar, citar los autores ayuda a que otros conozcan a los Maestros y Escrituras e indaguen más sobre ellos.
3. Revisa las afirmaciones del texto: Si un antiguo Guru de miles de años de antigüedad habla con palabras propias de las terapias modernas como “autoestima”, “solidaridad” u otras similares, es más que probable que sean falsas. Los antiguos tenían su propia manera de expresarse, y actualizarla a los modos actuales de expresión no hace sino quitarles riqueza.
4. El Dharma no acaba en Internet: Busca tus propias fuentes a través de libros de Yoga, Escrituras Sagradas, revistas autorizadas, etc. Puedes encontrar grandes tesoros más allá de Internet, y además estarás expandiendo el Dharma al compartir estos textos (pero no olvides el segundo punto).
5. Crea tu propio contenido: Puede que tu experiencia en el Yoga no sea tan dilatada como la de los grandes Maestros, pero también puede tener un gran valor. Escribe lo que hayas aprendido de tu Maestro, o de tus propias realizaciones. Si escribes sobre sabios, yogis, Escrituras o leyendas, cita los textos de los que has bebido. Descubrirás que escribir es un trabajo arduo, pero por la misma razón darás más valor al contenido que compartas.
6. Guru, Sadhu y Shastra: los vaishnavas suelen utilizar esta expresión para referirse al tamiz que debe pasar toda información para considerarse apta en el contexto del Dharma: ¿Se ajusta la información a las palabras del Guru? ¿Está de acuerdo con las afirmaciones de los santos y los sabios? ¿Concuerda con lo expuesto en las Escrituras? Si la respuesta es afirmativa, podemos considerarlo fidedigno.
Si somos adeptos del Yoga o buscadores espirituales debemos preservar y ser fieles al conocimiento que se nos ha entregado. Es importante comprender que este conocimiento no es nuestro, sino que nos ha sido dado para expandirlo; pero esto significa que no podemos vulgarizarlo, tergiversarlo o tratarlo de cualquier manera. La preservación del conocimiento tradicional está ligada al respeto a las fuentes autorizadas, tales como las Escrituras, los Maestros y la tradición. También es posible que uno no se alinee con esta posición tradicional, y tenga una visión del Yoga o el Dharma más bien “hecha a medida”, pero aún así, el respeto a las fuentes y a la veracidad del contenido es el amigo de todos. Ordena la información y nos ayuda a comprender la filosofía y el contexto de cada línea de pensamiento, y en fin, ayuda a crear una red más limpia y clara en sus informaciones y contenidos.
Shloka:
tasmāc chāstraṁ pramāṇaṁ te
kāryākārya-vyavasthitau
jñātvā śāstra-vidhānoktaṁ
karma kartum ihārhasi
Así pues, que la Escritura sea la autoridad sobre lo que es el deber y lo que no lo e. Actúa aquí (en este mundo), conociendo lo que dicen las Escrituras.
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