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¿Existe Dios? Nueve pruebas de la lógica India

La existencia de Dios es un concepto de gran controversia que ha sido puesto en discusión a lo largo de los siglos. La cultura védica no es una excepción. Entre las seis doctrinas ortodoxas de la India, había cuatro claramente teístas (seshvara), y dos no-teístas (nirishvara). Las doctrinas teístas son: Nyaya, Vaisheshika, Yoga y Vedanta, mientras que las no teístas eran el Sankhya y el Purva Mimamsa, pero el Sankhya más tarde aceptó la existencia de Dios.

 

Hay que aclarar que el no-teísmo o el ateísmo en la India antigua no era igual que en la actualidad. No se basaba en el materialismo, o la idea de que todo es materia y el alma no existe. Sólo hubo una doctrina así en la India, el Lokayata, que no era considerada ortodoxa, y desapareció con el paso del tiempo. El no-teísmo hindú cree en la revelación de los Vedas y por lo tanto en la existencia del alma o un ser esencial más allá de la materia, pero no cree en un Dios todopoderoso controlador de toda la materia y el espíritu, o no cree que sea un ser importante o relevante en las vidas humanas.

 

Muchos Acharyas tradicionales como Shankara, Ramanuja, Madhva y otros combatieron fuertemente esta postura, declarando enfáticamente que la existencia de Ishvara o Dios es lógica e inevitable para comprender la manifestación del universo. Entre ellos, los filósofos naiyayikas, o proponentes de la escuela lógica (Nyaya), hicieron especial uso de su destreza intelectual para demostrar la existencia de la Divinidad. Destaca entre ellos, Udayana, que en su tratado de lógica, el Nyayakusumañjali (La ofrenda de las flores de la lógica), expone nueve razonamientos para demostrar la existencia de Dios, los cuales veremos a continuación.

 

Es importante entender que las filosofías ortodoxas de la India parten del axioma de la validez de los Vedas como textos de autoridad. Por ello, razonamientos que hoy día podrían ser discutidos por algunos, son tomados aquí como definitivos. Para los hindúes, sin embargo, estos razonamientos siguen siendo válidos en base a la autoridad suprema de los Vedas y las Escrituras que les suceden. Los nueve argumentos son:

 

  1. Karyat o el argumento del efecto: El mundo de percepción es un efecto, y todo efecto debe tener su causa. Hay dos clases de causas en el universo: la material y la eficiente. La material es la materia, como el barro del cual está hecha una vasija, y la eficiente es aquello que ha formado el efecto, como el alfarero que da forma a la vasija. Por lo tanto, debe haber un “alfarero”, es decir Dios, que ha dado forma al universo. Por pura lógica, aquello que es la causa de un sistema de causa-efecto, debe ser, por fuerza, incausado, del mismo modo que el inventor de un juego no está sujeto a las normas del juego.
  2. Ajoyanat, o el argumento de la combinación. El universo material está compuesto por átomos. Los átomos se unen entre ellos y forman complejas estructuras funcionales, como los cuerpos de los diferentes vegetales, animales y minerales. Estos átomos no pueden unirse por azar, puesto que el azar, que es ciego, no podría hacer combinaciones con un propósito, debido a lo cual, es necesario que haya un operador inteligente detrás de esta combinación.
  3. Dhrtayed, o el argumento del soporte. Aun suponiendo que estas estructuras de átomos se agruparan por azar, observamos que hay una fuerza que los sostiene y mantiene unidos. No sólo esto, sino que todos los cuerpos parecen obrar según una inteligencia y un sistema, por cuanto los planetas giran armónicamente sin chocar unos con otros, los ciclos de la naturaleza hacen convivir a los seres en equilibrio, y así. En otras palabras, algo sostiene la existencia. Para sostener la existencia material es necesario por lógica que dicha fuerza sea trascendente a la propia existencia, por lo tanto debemos deducir un Ser que trasciende toda manifestación material.
  4. Padat o el argumento de las palabras. Observamos que todas las palabras tienen un significado. Si vamos a las raíces del lenguaje, observamos que no es totalmente artificial, sino que las raíces comunes de las palabras tienen un significado esencial para todos los seres humanos. Por lo tanto, debe haber un significado primordial. Las palabras están indivisiblemente asociadas a objetos. Por lo tanto debe haber una causa última de esa asociación. Esta causa es Dios.
  5. Pratyayata o el argumento de la fe. Los Vedas son revelación, y por tanto son infalibles. El ser humano es falible. Puesto que un ser falible no puede alumbrar un texto infalible, debe haber un Ser perfecto que haya dado esta revelación. Los dioses y otras entidades sutiles son Jivas (almas individuales) como nosotros y por tanto pueden estar también sujetos a error. Por lo tanto, debe haber un Ser Supremo y perfecto que sea la fuente de los Vedas.
  6. Sruti o el argumento de la Escritura. Los Vedas exponen la existencia de Dios. Puesto que partimos de la validez de los Vedas como medio de conocimiento, Dios existe.
  7. Vakyat o el argumento de los preceptos. Los Vedas contienen en ciertas partes preceptos morales. Esto supone que existe una moral inherente al universo. En todas partes entendemos que mentir, dañar o robar no es bueno, y que decir la verdad, ayudar a otros y dar es algo bueno. Matices aparte, estos preceptos suponen una moral esencial. Puesto que hay una moral primigenia, y la moral no es un artificio, debe haber una Ley universal, y un legislador universal, el cual es Dios.
  8. Sankhyavisheshat o el argumento de la especialidad numérica. Este argumento indica que debe haber por fuerza una Consciencia que perciba la multiplicidad del mundo manifestado. Puesto que la consciencia del ser humano es limitada y se desarrolla con el tiempo, es necesario que haya una Consciencia primigenia anterior a todo lo demás; esa Consciencia es Dios.
  9. Adrishtat o el argumento de la fuerza invisible. Observamos que toda acción que realizamos conlleva una reacción, no solamente en el plano físico, sino que por la ley de Karma, en esta u otras vidas. Es necesario que una fuerza invisible una los efectos con sus causas. Este efecto no puede ser ciego o inconsciente, puesto que otorga inteligentemente a cada hacedor de la acción su fruto correspondiente. Por tanto, debe haber un operador consciente detrás de todos los frutos de las acciones. Ese operador ha de ser Dios.

 

Por supuesto, aunque estos argumentos son irrefutables para un hinduista, que considera válida la Divinidad de los Vedas, pueden no convencer por completo a los proponentes de otras filosofías. En última instancia, es la experiencia individual, por medio de la fe (shraddha) y la devoción (bhakti) la que puede hacernos percibir a Dios o Ishvara en nuestras vidas, y encontrar nuestra verdadera relación con Él. Uno no debe preocuparse por si los demás creen o no creen en Dios, o la manera en la que Le contemplan. Tratar de convencer a otros con las palabras puede tener cierto valor en según y que campos, pero en la mayoría de los casos es un esfuerzo absurdo. Uno debe convertirse en la prueba viviente de que Dios existe, no con palabras sino con hechos, siendo un instrumento de Su bondad, amabilidad y compasión para con todos los seres.

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