Así como se glorifica al Señor Vishnu mediante doce de Sus nombres, Shiva se hace presente en la adoración a través de Sus once nombres sagrados. El número once está relacionado con Shiva. De las órdenes de devas, seres celestiales, aquella relacionada con Shiva es la de los rudras, conformada por once divinidades, expansiones del Señor Shiva encargadas de asistir a su señor en los procesos de destrucción y transformación universales. Se dice en la Brihad-Aranyaka Upanishad, que estos once rudras presiden los diez pranas, las energías vitales del cuerpo (cinco pranas principales y cinco suplementarios o upa-pranas), siendo el undécimo rudra (Shiva) el Atman o Alma. Otra interpretación es que los rudras presiden los diez sentidos (cinco sentidos de percepción y cinco de acción), siendo el undécimo rudra la mente, que es el Señor de los sentidos.
Dependiendo de la Escritura, los nombres y origen de estas diez divinidades difieren. En las Samhitas de los Vedas, se nos informa de que los rudras asisten a Indra junto con los maruts, otra orden de dioses, para realizar su acción divina. Aunque se los identifica con el número once, en el Mahabharata se describen como once ejércitos de mil rudras cada uno, expansiones a su vez de los once originales. El Vamana Purana dice que los Rudras son hijos de Kashyapa y Aditi, mientras que en el Mahabharata su padre es Kashyapa pero su madre es Surabhi. En el Shiva Mahapurana se menciona a Sri Hanuman como encarnación del undécimo rudra. Ashwattama, uno de los guerreros del Mahabharata, es considerado también como la encarnación de uno de los rudras, según el propio texto.
De acuerdo con el Vishnu Purana, Shiva, en Su forma de Ardhanarishvara, que muestra la mitad del cuerpo masculina y la mitad femenina, fue el que dio nacimiento a los rudras.
Estas diferencias son nimias, ya que en realidad los rudras son expansiones de Shiva, el Señor, y sus nacimientos son solamente pasatiempos de Bhagavan. Otra explicación es que el nacimiento de los rudras sucedió en diferentes ciclos cósmicos de distintas maneras.
Así todo, uno de los mantras más importantes de la adoración a Shiva, (Shiva Upasana) perteneciente al Sri Rudram, himno del Yajur Veda, lo glorifica a través de once nombres que pueden ser salmodiados para la invocación de estas divinidades. El mantra sigue tal que así:
Namaste astu bhagavan viśveśvarāya mahadevāya tryaṃbakāya
Tripurāntakāya trikalagni kalaya kaalagni rudraaya nila kaṇṭhaya mṛtyunjayaya
Sarveśvaraya sadāśivaya śrīman mahādevāya namaha
Los nombres de Shiva mencionados son:
1-Visvesvara (Señor de todas las cosas)
2-Mahadeva (Gran Dios)
3-Tryambaka (de tres ojos)
4-Tripurantaka (Destructor de las tres ciudades)
5-Trikagni Kala (Señor de los tres fuegos del tiempo)
6-Kalagni Rudra (Poseedor del fuego de la destrucción)
7-Nilakantha (De cuello azulado)
8-Mrityunjaya (Vencedor de la Muerte)
9-Sarvesvara (Señor de todo)
10-Sadasiva (El Shiva original)
11-Sriman Mahadeva (El Gran Bendito Dios)
A través de la repetición de los mantras védicos, poco a poco la forma de Shiva se va haciendo más tangible en el corazón, hasta finalmente llegar al darshan, la visión divina.
Shloka:
Śivaya natarājāya
Namaste viśva-mūrtaye
Nūpura-jhana-jhaṇkāraiḥ
Pāda-khaṇdita-mṛtyave
Saludo a Shiva, la forma del universo y el señor de la danza cósmica. Él aplasta la muerte bajo sus pies mientras tintinean los cascabeles de su tobillo.
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