Vairagya, desapasionamiento o desapego por las cosas mundanas, es una de las claves más importantes para desarrollar nuestro potencial en el Yoga. Los dos Yoga-Shastras o textos tradicionales del Yoga más importantes, Yoga Sutras y Bhagavad Gita, lo mencionan como una cualidad sustancial en el camino espiritual.
La razón de ello es simple: es imposible enfocarnos en la meditación mientras nuestra mente alberga deseos mundanos de todas clases. Mientras el corazón del hombre desea dinero, poder, fama, goce de los sentidos y otros de los tesoros de este mundo ¿cómo será capaz de llevar su mente de manera unidireccional a la contemplación mística? El refrán indio dice: “Donde hay Kama (deseo) no está Rama (Dios), donde está Rama no hay Kama. Es infantil pensar que podemos mantener toda clase de indulgencia con nuestro cuerpo y mente y al mismo tiempo alcanzar el estado de meditación sostenido (Dhyana). Los deseos mundanos son como drogas. Al probarlos, la mente se acostumbra fácilmente a ellos, debido a que causan una impresión placentera y poderosa en la mente. Al tratar de desviar la mente de ellos, ésta se rebelará y agitará fuertemente haciendo imposible aquietar la mente. Por lo tanto, debemos desarrollar vairagya.
Por supuesto, esto no significa que todos debamos renunciar inmediatamente a todos nuestros bienes y relaciones y vivir apartados de la sociedad. Vairagya es un proceso de lenta comprensión y desapego en el que gradualmente el aspirante, a medida que comprende mejor las verdades del Yoga y del Vedanta, va experimentando la inutilidad de los apegos materiales y desligándose naturalmente de ellos. Por supuesto, esto tampoco significa que uno no deba hacer ningún esfuerzo para desarrollar Vairagya. La práctica yóguica es necesaria para que los diferentes grados de Vairagya se vayan desarrollando.
El gran filósofo Sri Vachaspati Mishra, en su comentario Tattva Kaumudi de las Samkhyakarikas, presenta la gradación del desapego en cuatro estadios, de menor a mayor grado de Vairagya, los cuales son:
1. Yatamana: Este es el primer estadio de Vairagya. En él, el aspirante se ha dado cuenta de que los placeres mundanos son causa de sufrimiento y trata de evitarlos, pero su mente aún está llena de kashayas o pasiones y deseos, debido a lo cual debe realizar grandes esfuerzos para controlar sus sentidos. Yata significa esfuerzo o trabajo, el signo principal de esta etapa. Durante esta época es cuando el yogui debe realizar ayunos, austeridades, etc, a fin de dominar su mente.
2. Vyatireka: Vyatireka significa “división”. En este estadio, el aspirante ha destruido algunos de los kashayas pero otros no, así que debe enfocarse específicamente en aquellos que aún son causa de molestia. Por ejemplo, puede que uno haya dejado de consumir carne u otros alimentos negativos; no siente ninguna atracción por la carne asada ni otros platos. Esto significa que Vairagya ha quemado por completo el deseo de degustar tales platos. Sin embargo, aúnes adicto a las charlas ociosas o a ver televisión. Entonces, posee Vairagya en algunos aspectos pero no en otros. EL desapego debe perfeccionarse.
3. Ekendriya: En este delicado estadio de Vairagya todos los Kayashas han sido quemados. Los sentidos ya no van detrás de sus objetos, puesto que están bajo el control de una mente desapasionada. Sin embargo, en la mente persiste cierta curiosidad o autsukya por el disfrute material. Debido a que hay una gran seguridad por parte del aspirante en esta etapa, si no es cuidadoso puede recaer en la indulgencia y hacer renacer el deseo. Ekendriya significa “sólo un sentido”, puesto que ahora todos los sentidos están bajo el control de la mente, o bien porque sólo permanece esta leve curiosidad.
4. Vashikara: Vashikara significa literalmente “Subyugación”. En esta etapa los sentidos están bajo el completo control de la mente y no existe ningún leve deseo de ninguna clase. Este es afín al Para-Vairagya de Patañjali, en el que, desapegado pro completo de las cualidades de la naturaleza, el yogui no siente ninguna atracción hacia ellas, viéndolas como algo ajeno y no relacionado con ningún tipo de felicidad. En el estado de Vashikara el yogui se goza únicamente en Atma o Dios. Tal alma es en verdad difícil de encontrar.
El camino del desapego es sin duda difícil de transitar, puesto que nos llama a deshacernos de todo aquello que tanto amamos y a lo que estamos apegados; pero no hay que pensar que este es un camino de carencias en el que se nos quitará todo hasta desaparecer en una árida nada. Muy al contrario, el vairagi, el que está desapegado de las cosas mundanas, no tiene interés en ellas porque ha encontrado algo mucho mayor, más rico, más hermoso y que produce una felicidad inmensa. Quien conoce la belleza ilimitada del Señor Narayana ya no tiene ningún interés por la belleza limitada de las cosas de este mundo.
Shloka:
asaṁśayaṁ mahā-bāho
mano durnigrahaṁ calam
abhyāsena tu kaunteya
vairāgyeṇa ca gṛhyate
Sin duda oh, Arjuna de brazos poderosos, la mente es inquieta y difícil de controlar, pero puede ser contenida por la práctica constante y el desapasionamiento. (B.G.VI;35)
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Elena (martes, 22 noviembre 2022 13:05)
Gracias
Andrés Suñer flores. (martes, 16 julio 2024 11:19)
Es al encontrar la delicia de Dios interior que todo queda relegado por la presencia Divina en uno mismo, este estado de vairagia conforta, contemplar el resplandor del alma nos aviva y concentra en lo vital verdadero, es el inicio hermoso de la unidad interior, dichoso quien permanece ahí, la Gracia habita este hermoso estado de vairagia, el todo es la fusión del alma con el si mismo, Dios resplandece en el corazón, todo cobra sentido, permanecer ahí trae ventura infinita y uno forma parte activa en la Gracia plena del alma.