Si puedo arrojar un solo rayo de luz,
A lo largo del oscuro camino de otro;
Si puedo ayudar a un alma a tener una visión más clara
De la luz y el deber y así bendecir a mi hermano;
Si puedo limpiar una sola lágrima de la mejilla de cualquier ser humano
No habré, entonces, vivido en vano mientras estuve aquí.
Si puedo guiar a alguien en su camino hacia la verdad
E inspirar en su corazón algún sentido de deber;
Si puedo plantar en un alma floreciente
Un sentido de luz, un amor por la verdad y la belleza;
Si puedo enseñar a un hombre que Dios y el Cielo están cerca;
No habré, entonces, vivido en vano mientras estuve aquí.
Si de mi mente puedo desterrar la duda y el miedo
Y mantener mi vida en sintonía con la verdad, amor y bondad;
Si puedo esparcir luz, esperanza y alegría
Y ayudar a eliminar la maldición de la ceguera mental;
Si puedo hacer que haya más alegría, más esperanza y menos dolor;
No habré, entonces, vivido en vano mientras estuve aquí.
Si en el camino de la vida puedo plantar un árbol
A cuya sombra pueda descansar alguna cabeza cansada
Aunque nunca pueda compartir su sombra o ver
su belleza, aun seré verdaderamente bendecido
Aunque nadie conozca mi nombre.
Aunque el Yoga no es en rigor una religión, y uno no tiene que adscribirse a ninguna en concreto para practicarlo, reconocemos y entendemos que el Yoga está
profundamente enraizado en la cultura del hinduismo, siendo su origen una parte vital a tener en cuenta en su desarrollo.