"El observador casual que ha visto el cuidado, tiempo y atención que el yogi dedica a su cuerpo, llega generalmente a la conclusión de que la filosofía yóguica no es más que una forma de cultura física que bien podría expresarse como "andar de cabeza". Lejos de esto, la filosofía yóguica enseña que el hombre real, ese Yo inmortal del que todo ser humano es consciente en algún grado, de acuerdo con su evolución mental, no es su cuerpo, si bien ocupa y utiliza éste como instrumento. Está escrito en la Srimad Bhagavad Gita que el cuerpo es como una colección de vestidos que el espíritu se pone y se quita a medida que se van estropeando. Esta cubierta de carne es esencial para la manifestación y crecimiento del hombre en su particular estado de evolución. Aunque el yogi concede gran cuidado y atención al cuerpo físico, va más allá de este punto, y pone el cuerpo bajo el control de la mente, utilizando finalmente ambos para sus más altos propósitos espirituales".
Sri Swami Vishnu Devananda